Nuestro defendido sufrió una grave caída de un carro de combate Leopard mientras efectuaba unos ejercicios. Como consecuencia de dicho accidente el mismo padeció serias lesiones en su miembros superiores y un trastorno adaptativo. Finalmente logró reponerse, pero cuando sus médicos dictaminaron que se encontraba apto para el servicio sin limitaciones, sin embargo el Ministerio de Defensa, dentro de su política de expulsar de sus filas a todo lo que pueda oler a tullido, procedió a denegarle el alta para el servicio y a declararle la insuficiencia de condiciones psicofísicas, con un ínfimo 10% de discapacidad. Este hecho suponía la resolución del contrato del militar y que al mismo no le quedaría una pensión con la que sustentarse, por cuanto a los militares temporales que son jubilados por insuficiencia de condiciones psicofísicas, a diferencia de a los militares de carrera y Guardias Civiles, si no alcanzan un 33% de discapacidad, Clases Pasivas les deniega la pensión.
Como quiera que el militar se encontraba recuperado de sus lesiones y que no se aquietaba a que Defensa le echara a la calle por la puerta de atrás con una palmadita en la espalda, acudió a Gabinete Jurídico Suárez-Valdés, cuyos abogados especialistas en derecho militar interpusieron un contencioso administrativo contra la resolución delegada del Ministro que acordaba declarar su insuficiencia.
En fechas recientes el Juzgado Central de la Audiencia Nacional nos ha dado la razón, reconociendo el derecho del militar a que se le reincorpore al servicio y a que se retrotraiga su expediente de insuficiencia, de forma que sean valoradas de forma adecuadas sus inexistentes patologías, por la Junta Médico Pericial. Una gran noticia para este hombre, cuya única culpa fué la de lesionarse en acto de servicio y que finalmente podrá reiniciar su relación con las Fuerzas Armadas